Usa un poco la imaginación. Entras en una habitación con cientos de personas y logras reconocer a una de ellas, con solo escuchar su voz, algo así como una conexión instantánea. Ese sonido familiar en el aire, es exactamente lo que busca el branding: crear una relación emocional y memorable entre una marca y su público.
El branding bien logrado desarrolla algo similar a una huella dactilar para tu marca, un estilo que debe ser único e incapaz de ser replicado en el mercado. Pero además que te permita llevar a tu marca a otro nivel: el de la experiencia donde, ¡cada elemento cuenta! Desde el color del logotipo, pasando por el tono de marca, hasta la atención al cliente, todos y cada uno de ellos, podrá contar algo sobre tu historia. Por eso es tan importante definir una estrategia sólida, donde cada interacción refleje los valores y la misión detrás de tu marca. Basta una sola experiencia positiva para convertir a un cliente ¡en un potencial embajador!
El poder de una estrategia sólida pero flexible.
En proceso de Branding, debes comenzar por conocer las necesidades del mercado, saber contra quien compites, así como definir tu propósito y valores. Luego debes crear tu identidad visual y definir el tono de tu marca que resuene con tu audiencia.
Una vez definidos los primeros pasos, pondrás llevar tu creatividad al máximo en la búsqueda de un concepto que cuente la historia de tu marca y que aplicarás en cada contenido para conectar emocionalmente con tu público. Sin embargo, el paso más importante de todo este esfuerzo está en: ¡escuchar a tu audiencia! Pues sus comentarios y sugerencias son la clave para ajustar tu estrategia a lo largo del tiempo y mejorar tu rendimiento.
Propósito y autenticidad, la clave para trascender.
Así como la autenticidad en los humanos tiene su origen en un propósito, todo branding comienza con el suyo también. En este punto respondemos a varias interrogantes: ¿Qué hace que tu marca sea única? ¿Qué problema resuelve? Este propósito se convierte en el corazón de la narrativa de tu marca, la cual atraerá a un público que comparte los mismos valores, creando una comunidad leal. Y aquí le damos la bienvenida a la autenticidad: “Ser uno mismo” no se limita a los humanos, también es aplicable a las marcas, porque en un mundo lleno de ruido y publicidad engañosa, la autenticidad es el nuevo oro.
Las marcas que son sinceras y transparentes crean conexiones genuinas. Los consumidores valoran la honestidad y están más dispuestos a apoyar a marcas que se alinean con sus propios valores, resultan ser leales a ellas incluso con el paso del tiempo, y si hay algo que todos queremos con nuestra marca es crear relaciones perdurables, no amores de un día.
Así, cada historia que narre una marca debe ser auténtica, relevante y, sobre todo, cautivadora, como lo debe ser la tuya. ¿Estás listo para que el mundo la conozca?
En TAC entendemos la importancia de una estrategia de branding bien definida, y queremos ayudarte a crear la tuya, donde puedas crear conexiones reales con tu audiencia, perdurables en el tiempo y por supuesto, que haga crecer tu negocio.
Comentários